Cecilia González es periodista. Hace más de dos décadas que reside en Buenos Aires, pero nació en México. Más allá de los altibajos en este tiempo, sigue declarando su amor hacia esta ciudad a la que llegó sin un plan de vida, pero en la que se convirtió “en un ejemplo de globalización: una corresponsal extranjera, escribiendo desde la Argentina, para un público hispanohablante”.

Cecilia llegó a la Argentina en 2001, en medio de una de las crisis más complejas a nivel social, político y económico del país. Lo que se había planeado como una aventura, una incursión, se transformó en una estadía más prolongada cuando le ofrecieron trabajar como corresponsal extranjera para la Agencia Nacional de Noticias de México. Si bien esta relación laboral finalizó después de algunos años, una nueva oferta le permitió quedarse en la ciudad de la que se había enamorado.

Es que en la capital de la Argentina, Cecilia sintió que podía ahondar en las dos grandes pasiones que se habían despertado en su país natal: los derechos humanos y la lucha de los movimientos sociales, entre ellos -y con un enorme peso- el feminismo. Cecilia cree que la Argentina es uno de los mejores lugares para aprender sobre estos temas. Y describe que la ayudaron dos factores: el respeto, porque nunca ha juzgado o criticado a su nación de acogida; y el cariño, porque se siente “sumamente agradecida con este país y con esta sociedad, por cómo me recibió y por cómo puedo vivir aquí de la manera en la que puedo vivir, que es rodeada de generosidad y afecto”.

Con el transcurso de los años y tras mucho aprendizaje, Cecilia se asentó tanto que se animó a “soltar la pluma”, como dicen en México, con un estilo diferente al de las notas periodísticas que redactaba. Comenzó entonces a publicar en redes sociales textos sobre temas de Argentina que empezaron a llamar la atención a los mismos argentinos: crónicas breves sobre temas políticos, caracterizaciones de personajes públicos, reivindicaciones de las luchas de derechos humanos. Sus publicaciones generaron una repercusión que no había imaginado, y una retroalimentación que sigue hoy en día nutriendo su trabajo.

Este intercambio lo promueve también en su vida cotidiana, compartiendo con sus amistades las costumbres, el patrimonio, la gastronomía de su país. “Las actividades culturales de mi país que me gustan y que siempre abrazo, yo me las traje. Las hago aquí, las enseño”. Y en ese ida y vuelta, todos se enriquecen. Es que además Cecilia celebra la disposición alegre y amigable que ha encontrado entre los habitantes de Buenos Aires, le encanta lo que llama su “espíritu de parranda”.

Tras publicar numerosos artículos en los que se aprecia su claridad para expresarse, presentar varios libros sobre temáticas sociales de Argentina, México y América Latina, y co-organizar con amigas sucesivas ediciones del Festival de No Ficción “Basado en Hechos Reales”, la periodista sigue eligiendo Buenos Aires.

Y afirma: “Si yo regresara a México, haría el camino inverso, vendría cada año o cada seis meses. Mi vida ya está anclada también en este país. No es que me iría y nunca más volvería. Eso no, no podría ser posible”.

 

Escuchá el episodio de Cecilia en “El pasaje”, el podcast producido por la OIM Argentina en colaboración con la productora Posta, con la conducción de Kevin Johansen, en este link o desde cualquier plataforma de podcasts.

“Las actividades culturales de mi país que me gustan y que siempre abrazo, yo me las traje. Las hago aquí, las enseño”.

Crédito de la imagen: Manolo Ruiz Toribio