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Se requiere de urgente acción para contrarrestar los impactos en la caída de los flujos de remesas

El 16 de junio la OIM se une a sus asociados para celebrar el Día Internacional de las Remesas Familiares (IDFR), en reconocimiento de la importancia que las remesas tienen para los migrantes, sus familias y comunidades. Mientras que el IDFR se ha enfocado tradicionalmente en los flujos financieros, la OIM pone de relieve que estos son meramente los modos más fácilmente identificables por los que los migrantes contribuyen al bienestar y desarrollo en países de origen y de destino.

Los migrantes y la diáspora se consagran al comercio, turismo, inversiones y filantropía, y también generan las ‘remesas sociales’: el flujo de habilidades, conocimiento, ideas y valores que llevan de vuelta a sus hogares. A diferencia de las financieras, las remesas sociales se aplican a la comunidad en su totalidad para lograr de tal modo un impacto mayor en el desarrollo.

De acuerdo con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), una de cada nueve personas en promedio – unos 800 millones en total- se encuentran del lado de los receptores de flujos de remesas financieras que son usadas principalmente para mejorar el acceso a educación de calidad, la alimentación, los cuidados de la salud, a microemprendimientos y otros objetivos. Combinadas, las remesas financieras y sociales cumplen un rol sumamente importante en el logro de metas familiares individuales, mejorando los medios de subsistencia y, en un sentido más amplio, el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.

La pandemia de COVID-19 ha provocado una desaceleración de la economía mundial y ha aumentado los niveles de desempleo, en particular en las comunidades de migrantes. Todo esto ha interrumpido los flujos internacionales de remesas. De acuerdo con el Banco Mundial, se cree que en 2020 los flujos internacionales disminuirán en un 20 por ciento. Siendo elresul tado de los cierres de fronteras, de las medidas de bloqueo y distanciamiento físico, y del aumento del desempleo que viene a sumarse a condiciones de vida y laborales de por sí muy difíciles para muchos. Los que reciben las remesas no cuentan necesariamente con alguna forma de protección social y tampoco tienen la capacidad de cubrir las brechas en sus ingresos generadas por estas disminuciones.

“Es crucial que todos unamos fuerzas y apoyemos a los migrantes y sus familias quienes deben soportar la pesada carga que implica la pérdida repentina de sus ingresos, en especial en el extremo inferior de la pirámide, donde están quienes ya no tienen más acceso a alimentos, alojamiento o servicios esenciales para el cuidado de su salud”, dijo el Director General de la OIM, Antonio Vitorino.

“La OIM está lista para trabajar con todos los asociados y actores claves en la restauración de los medios de subsistencia y el aseguramiento de los beneficios del desarrollo a partir de la movilidad humana en todas partes del mundo”.

Los programas y proyectos de la OIM vinculados a esta cuestión son diseñados para lograr una comprensión más delicada de lo que son las remesas y de la importancia que tienen para los migrantes, sus familias y las comunidades, por medio de estudios, además de investigaciones y encuestas de mercados y familias. La OIM brinda también asistencia en el mejoramiento de las políticas y regulaciones sobre remesas con el objetivo de promover intervenciones sociales y financieras mejor direccionadas. Específicamente, la OIM ha mejorado su aplicación MigAPP para teléfonos inteligentes, que se usa mucho para comparar los costos de las remesas. La misma extrae datos de varios sitios web, compara costos y genera una cotización en tiempo real de utilidad para los migrantes que desean transferir dinero.

Para destacar la urgencia de abordar los impactos negativos que la COVID-19 tiene sobre las remesas, la OIM se ha asociado con la comunidad internacional, con el sector privado y con la diáspora para discutir maneras de abordar la interrupción de los flujos de remesas. Dos iniciativas claves en este sentido son por un lado, el Llamamiento a la acción del 22 de mayo, liderado por los Gobiernos de Suiza y del Reino Unido, y el Grupo de Trabajo sobre Remesas del FIDA que se encuentra desarrollando una serie de recomendaciones técnicas.

Para más información por favor dirigirse a la Sede de la OIM:

Safa Msehli, Tel: +41794035526 Correo electrónico: smsehli@iom.int

Deepali Fernandes, Correo electrónico:   dfernandes@iom.int

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