El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial se conmemora el 21 de marzo de cada año y fue así proclamado por la Asamblea General de la ONU en 1966 en honor a 69 personas asesinadas en Sharpeville, Sudáfrica, cuando se pronunciaban pacíficamente en contra del Apartheid. Desde entonces, se ha instado a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial y se ha establecido la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, continuándose en esa senda de trabajo hasta la actualidad.

Este año, la conmemoración del Día Internacional se titula “Voces por la acción contra el racismo”, poniendo énfasis en la necesidad de fortalecer la participación y representación pública libre y segura para prevenir y combatir la discriminación racial, a fin que se respete la libertad de expresión y reunión pacífica, se protejan los espacios cívicos y se reconozca la contribución de las personas y organizaciones que luchan contra la discriminación racial.

El Derecho Internacional de los Derechos Humanos prohíbe todo tipo de discriminación por motivos de raza, identidad sexo-genérica, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, lugar de nacimiento u otra condición social. Sin embargo, distintos grupos sociales, como poblaciones indígenas, afrodescendientes y personas migrantes y refugiadas continúan enfrentándose a la discriminación.

A su vez, el racismo, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia se manifiestan en forma diferenciada para las mujeres y las niñas; y pueden contribuir al deterioro de sus condiciones de vida, a la pobreza, a la violencia y a la limitación o denegación de sus derechos humanos. Por ello, reconocemos la necesidad de integrar una perspectiva de género con enfoque interseccional en todas las políticas, estrategias y programas de acción destinadas a abordar las múltiples formas de discriminación existentes.

Adicionalmente, la pandemia de COVID-19 provocó una exacerbación del racismo y de los discursos de odio, incitando también a la discriminación en diferentes esferas de la vida como la educación, el empleo, el acceso a la atención sanitaria y a la vivienda; atentando ello contra la dignidad de las personas migrantes. Narrativas de este tipo aumentaron la exposición a vulnerabilidades y dificultaron la inclusión y el ejercicio pleno de derechos de las personas en situación de movilidad. En este marco, las mujeres migrantes también enfrentaron mayores barreras en el acceso a derechos como por ejemplo los asociados a la seguridad social debido, entre otros factores, a la mayor incidencia de la informalidad laboral en sectores laborales feminizados como el trabajo en casas particulares, y también a raíz del incremento del trabajo no remunerado de cuidados durante el aislamiento.

El Pacto Mundial para una migración, segura, ordenada y regular del año 2018 llama en su objetivo 17 a “Eliminar todas las formas de discriminación y promover un discurso público con base empírica para modificar las percepciones de la migración”. Se condenan, así, todas las expresiones, actos y manifestaciones de racismo, discriminación racial, violencia, xenofobia y formas conexas de intolerancia contra las personas migrantes.

Asimismo, el Pacto promueve el trabajo colectivo con todas las partes intervinientes en materia migratoria para construir un discurso público abierto, que contribuya a generar una percepción más realista, humana y constructiva de la migración para lograr el desarrollo humano en su potencialidad, lo cual redunda en el desarrollo de las sociedades de acogida y de los países de origen.

Las Naciones Unidas en Argentina trabajan por la defensa de los derechos humanos, para combatir el racismo, la discriminación racial y la injusticia, así como para fortalecer la participación de aquellos grupos que sufren discriminación, sin dejar a nadie atrás. En este contexto, en el Día Internacional contra la discriminación racial, la Red de Naciones Unidas sobre la Migración en Argentina se compromete a incidir positivamente en la percepción sobre la migración desde un enfoque de género, interseccional, intercultural y de derechos; reconociendo la contribución efectiva de la migración segura, ordenada y regular al desarrollo sostenible.

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